"Más se cierra el hermano ofendido que una ciudad amurallada, y los pleitos separan como las rejas de un palacio."
Hay muchas razones para los pleitos entre hermanos, pero los pleitos más difíciles hay que ponerlos en las manos de Dios
Conoce historias de personas cuyas vidas cambiaron cuando conocieron a Dios.
Testimonios del poder transformador de Jesucristo.
Escrito el 4 de febrero de 2014, por Roberto Rodriguez Aliaga